Desde CCOO han denunciado públicamente el elevado número de contagios que padece la plantilla del Centro Penitenciario de Brieva, ya que más de la décima parte de la plantilla está contagiada, siendo la prisión de Ávila la más castigada a nivel nacional por el virus del Sars-Cov-2.
Silvia Fernández García, Secretaria General de CCOO en Instituciones Penitenciarias, ha denunciado que el impacto del coronavirus en la prisión abulense es diez veces mayor que el registrado en la población de Ávila. Según los últimos datos oficiales en Ávila se registran 1.777 casos de coronavirus en una población de 159.260 habitantes, lo que representa un índice de contagio del 1,1 % de la población, mientras que en la prisión por cada 100 habría 11 casos positivos. “Diecinueve trabajadores de la prisión han dado positivo, de los cuales ocho ya están recuperados”, apuntó Silvia Fernández.
Por ello y desde hace semanas el sindicato reclama a la Consejería de Sanidad de Castilla y León que reparta test rápidos serológicos en la prisión para conocer el nivel real de penetración del virus y detectar con anticipación posibles brotes epidémicos. “Las prisiones son espacios vulnerables y no tener controlado el virus puede conllevar dramáticas consecuencias”, señaló.
Desde CCOO lamentan que el acceso a las pruebas de detección del virus mediante la técnica PCR es muy restringido, ya que si no tienen síntomas de infección respiratoria aguda y trabajan en contacto directo con las internas no les hacen la prueba. “El personal penitenciario en cuarentena se reincorpora sin que le hagan una prueba que demuestre el resultado negativo. Posiblemente si se realizaran más pruebas, los casos aumentarían”, resaltó la Secretaria General de CCOO en Instituciones Penitenciarias.
De esta forma, el personal penitenciario se ha convertido en el principal escudo protector de la población reclusa, que a día de hoy no registra ningún positivo al Covid-19 entre las internas de la prisión. Otra de las demandas urgentes es que se proteja al personal penitenciario especialmente sensible a la exposición al Covid-19. “La plantilla de la prisión de Ávila está envejecida, la media de edad está en torno a los 50 años y tenemos trabajadores con patologías base consideradas por el Ministerio de Sanidad como de riesgo, que continúan trabajando expuestos a este virus”, finalizó.