La localidad morañega de Pajares de Adaja está tratando de recuperar la normalidad tras la fuerte tromba de agua y granizo que cayó en la tarde-noche de ayer martes, y que llegó a cortar el tráfico en la N-403 debido a las inundaciones.
La Agencia Estatal de Meteorología había elevado el aviso de fenómenos meteorológicos adversos, a nivel naranja, por la presencia de tormentas en la Meseta de Ávila hasta las ocho de la tarde. Una tormenta que ha ido acompañada de granizo, vientos fuertes e intensas lluvias, cumpliéndose así la previsión de la AEMET.
La primera gran tromba de agua caía sobre la localidad morañega sobre las 17 horas, mientras que horas más tarde llegaba esa gran tormenta que anegó la N-403 y las viviendas aledañas a esa nacional. La situación se complicó, lo que provocó que la carretera que pasa por la localidad tuviera que ser cortada por la Guardia Civil de Tráfico. En concreto, las balsas de agua afectaron a la nacional, entre los kilómetros 174 y 165, desde el término de Adanero hasta el de Blascosancho.
A esas horas ya se podía ver cómo el agua entraba en algunos hogares de Pajares de Adaja que se encuentran al pie de la carretera nacional. Durante toda la noche y desde primera hora de este miércoles, los efectivos y los vecinos se afanan para limpiar la carretera, las calles y las casas en Pajares de Adaja para intentar volver, cuanto antes, a la normalidad.
En dos de las casas más afectadas por las inundaciones continúan las labores de limpieza para acabar con el barro que ha llegado hasta la cocina, el baño y el salón. Además y según ha dado a conocer el alcalde del municipio, Jesús Caro, la tromba de agua ha causado en poco tiempo graves destrozos en los cultivos de girasol del término municipal.
En nuestra galería multimedia puedes ver algunas instantáneas de la situación de Pajares de Adaja tras las fuertes tormentas. AQUÍ.
Entrada a una de las casas afectadas por las inundaciones.