Durante estos meses de pandemia, las farmacias -y en particular las rurales- han sido en muchas ocasiones la puerta de entrada al sistema de salud. Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ávila recuerdan que el personal sanitario, que también comprende a los farmacéuticos, tiene que trabajar de forma conjunta y coordinada, para dotar al sistema sanitario de una mayor eficacia y eficiencia.
La presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ávila, Inés Barco Martín, ha puesto en valor el trabajo de las 132 farmacias abulenses, de las cuales 28 se ubican en la capital y el resto son rurales o semi-urbanas. “Los farmacéuticos han estado al pie del cañón durante estos meses, mostrando su especial compromiso con los vecinos”, apuntó Inés Barco quien recuerda el lema ‘La cruz de la farmacia no se apaga’, que resume que las puertas de las farmacias han permanecido siempre abiertas a los pacientes.
Con el objetivo de mejorar y dotar de mayor operatividad al sistema que permite la retirada de medicamentos mediante la receta electrónica, insisten en la necesidad de que la banda ancha llegue a todos los pueblos “para que no se sobrecargue”, y, además, han matizado que “si al centro de salud llega la conexión, también debería llegar a la farmacia”.