El Centro Regional de Hemoterapia y Hemodonación (Chemcyl) ha superado las 105.000 donaciones de sangre en 2019. Esta cifra supone un incremento del 1,26% con respecto al mismo periodo del año anterior, en el que se contabilizaron 104.373 colectas.
En Castilla y León, de la cifra global de donaciones 34.152 provienen de los puntos fijos establecidos a lo largo de toda la Comunidad, otras 64.919 de las colectas que organizan tanto el Chemcyl como las hermandades de donantes de sangre de la Comunidad, mientras que el resto corresponden a donación de hemoderivados.
Alejandro Reveriego, presidente de la Hermandad de Donantes de Ávila, ha agradecido la solidaridad de todos los abulenses un año más que ha posibilitado que en la provincia abulense se hayan registrado 5.676 donaciones, lo que supone un incremento del 7% con respecto a 2018. “En el punto fijo se ha obtenido un incremento del 65,45% pasando de 356 a 589 bolsas”, señaló Alejandro Reveriego.
Gracias a la solidaridad de los castellanos y leoneses, el Chemcyl puede realizar cada año, con todas las garantías de seguridad y calidad, su labor de coordinación y distribución de derivados de la sangre para atender las necesidades diarias de los hospitales de Castilla y León. “Todos los días se necesitan 450 unidades para que los hospitales de Castilla y León funcionen”, destacó el presidente de la Hermandad de Donantes de Ávila.
La sangre donada se somete a un complejo proceso de separación en tres componentes principales que son los glóbulos rojos, las plaquetas y el plasma. Los glóbulos rojos se utilizan sobre todo en operaciones, trasplantes, anemias o hemorragias, mientras que las plaquetas se van a transfundir a enfermos de cáncer y leucemia, prevención y tratamiento de hemorragias o déficit en plaquetas. Por su parte, el plasma se puede utilizar directamente en transfusión o destinarlo a extraer unas proteínas que se usan para el tratamiento de diversas enfermedades.