A pesar de que ya no hay ningún tramo -ni puerto- cerrado en la red viaria abulense, sí se advierte de la posibilidad de hielo en diferentes carreteras: de Blascosancho a Hernansancho, de Muñico a la AV-105, de San Pedro del Arroyo a Muñico y de la N-501 a Hernansancho.
El dispositivo de vialidad invernal de la Diputación Provincial actuó, ayer, a lo largo de casi 800 kilómetros de la red de carreteras provinciales para despejarlos de nieve y hielo. Las precipitaciones caídas y las bajas temperaturas obligaron a esparcir 119 toneladas de fundentes. Al final de la jornada de ayer, toda la red estaba abierta al tráfico y en ningún puerto se requería el uso de cadenas. Durante el día, en los puertos de Chía, El Tremedal, La Lastra del Cano y el de La Nava del Barco fue obligatorio el uso de cadenas. Los trabajos del operativo se vieron condicionados y dificultados en las primeras horas por las importantes rachas de viento que metían la nieve de las cunetas a las calzadas y por el frío, lo que generó placas de hielo que restaban eficacia a las cuchillas de las quitanieves.
Ocho camiones se desplegaron por la Zona II (centro, Gredos-Piedrahíta-Barco y Valle del Tiétar), la que registró mayores espesores de nieve, en algunos lugares con hasta 10 centímetros. En total, 75.000 kilos de sal se vertieron en 440 kilómetros de 85 carreteras de esta zona.
Por su parte, en la Zona I (Sierra de Ávila y La Moraña), donde los espesores fueron menos importantes, cuatro quitanieves se encargaron de despejar 355 kilómetros de 54 carreteras, con un total de 44.000 kilos de fundentes.
A las 7 de la mañana de hoy jueves las máquinas del operativo han vuelto a salir a las carreteras para continuar mejorando su estado, aunque la posibilidad de precipitaciones disminuye y la cota de nieve irá subiendo durante el día hasta los 1.600-1.800 metros, según la AEMET.