Según las cifras que maneja la Confederación Nacional de Autoescuelas, en España hay 8.737 autoescuelas con 17.000 profesores de formación vial, a los que debemos sumar otro tipo de trabajadores. En total este sector da empleo a unas 30.000 personas, se factura unos 1.200 millones al año, en torno a cien millones de euros al mes.
La vuelta a la actividad de las autoescuelas, cuando las autoridades sanitarias lo permitan, no será fácil para un sector en el que la enseñanza presencial y la proximidad con el alumno son imprescindibles. En este contexto y desde que comenzó la crisis, la Asociación de Autoescuelas de Ávila reclama medidas concretas y urgentes a las administraciones locales, con el fin de que los empresarios y autónomos de la provincia puedan hacer frente a la difícil situación que atraviesan, provocada por el coronavirus, y afrontar las pérdidas económicas que están sufriendo ante su paralización total y el futuro incierto.
El sector de las autoescuelas en Ávila, representado por la Asociación de Autoescuelas de Ávila, integrada en CONFAE, vive una situación crítica según ha explicado Óscar Jiménez, presidente de la asociación. Por esta razón piden al consistorio flexibilidad con los pagos de impuestos, IBI, IVA trimestral o el impuesto de circulación, dado que no pueden ejercer. “Muchos de nosotros tenemos cese de negocio, otras empresas han realizado ERTES y nuestra situación es realmente mala. No hemos tenido ningún contacto con nuestro negocio y nos han seguido pasando pagos, facturas y recibos, con cero ingresos”, señaló Óscar Jiménez, quien asegura que lo ideal sería una reducción proporcional de impuestos, no un aplazamiento.
Aunque esa paralización no ha sido sinónimo de inactividad ya que la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), en la que se integra la asociación abulense, ha puesto a disposición de todos los que quieran sacarse el carné (que estén apuntados a una autoescuela asociada a la confederación nacional, en Ávila el 95 %), la asistencia a videoclases, a las once y a las cinco de la tarde. Igualmente, cada alumno cuenta con una aplicación, con la que puede acceder a los test para seguir formándose para aprobar.
Desde este sector, en cualquier caso, de momento se ve el futuro de manera incierta. “Desconocemos si las personas querrán seguir yendo a clase, si podrán y querrán reunirse”, apuntó. Óscar Jiménez también ha recordado que muchas familias dependen de las autoescuelas porque es su medio de vida, y que además se trata de un servicio en el que las medidas de seguridad, como la de guardar la distancia de dos metros entre personas, no pueden darse.