Las carreteras de Castilla y León tendrán 29 rutas ciclistas protegidas, con una extensión de casi 1.000 kilómetros, distribuidas en las nueve provincias de la región. En concreto, en la provincia de Ávila se han previsto tres rutas que incluyen un tramo de 116 kilómetros. Se incluye la AV-804 en Arévalo, la AV-925, la N-502 y la CL-501 en Arenas de San Pedro.
Estas rutas son una de las medidas incluidas dentro del plan de actuación de la Dirección General de Tráfico (DGT) para la protección del colectivo ciclista. La selección de estas rutas se ha realizado con el objetivo de aumentar la seguridad vial de todos los usuarios, hacer de la carretera un lugar de convivencia y fortalecer una buena cultura vial.
Asimismo, la DGT prevé medidas concretas de vigilancia durante los días y horas con mayor número de ciclistas, que suelen ser las mañanas de los sábados y festivos. En especial se velará por el cumplimiento de las normas de seguridad relativas a la distancia lateral en el adelantamiento a ciclistas, velocidad inadecuada o maniobras antirreglamentarias.