La Audiencia Provincial de Segovia juzgará el próximo 30 de junio al asesino de Mónica Berlanas, Jonathan de la Fuente, quien volverá a sentarse en el banquillo para esclarecer si intentó contratar a alguien para que matara al padre de Mónica Berlanas y a un amigo de la joven, meses después de asesinarla en octubre de 2016 en Arévalo y cuando estaba en prisión provisional en la cárcel de Segovia.
Los hechos se remontan a octubre de 2016 cuando Jonathan de la Fuente, en ese momento en calidad de prisión preventiva, estableció relación con otro interno al que se le asignó su compañía como parte de un protocolo de prevención de suicidios. En el marco de esta relación y en un intercambio de cartas, Jonathan de la Fuente escribió tres notas en las que proponía al otro acusado acabar con la vida de su suegro y un amigo de la que fue su mujer.
La Audiencia Provincial de Segovia juzgará por ello a Jonathan de la Fuente por un intento de homicidio, desde la cárcel, contra el padre de la que fue su mujer ordenando ese homicidio a otro preso que estaba en permiso carcelario. La familia de Mónica Berlanas considera, según ha podido conocer Radio Adaja, que se puede hablar de intento de asesinato porque "se prometió una recompensa y estaba planeado como así reflejan las pruebas”.
Según el escrito de acusación del fiscal, remitido por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, los hechos relatados constituyen un delito de proposición de homicidio por lo que el fiscal pide una pena de cinco años para Jonathan de la Fuente. Por su parte, la familia de Mónica Berlanas como acusación particular (tras interponer la correspondiente denuncia tras conocer los hechos) solicita la pena máxima que en este caso es de 7 años. Precisamente el padre de Mónica Berlanas está citado a declarar, el 30 de junio a las once de la mañana, quien estará arropado en el juicio por su mujer, su hija María Berlanas y la pareja de esta.
Jonathan de la Fuente cumple una condena de 25 años por el asesinato de Mónica Berlanas, cometido en octubre de 2016 en Arévalo. Se le condenó por asesinato con alevosía, con la concurrencia de las agravantes de parentesco y de género. Además, la familia había pedido que se le condenara a mantenerse alejado 10 kilómetros del lugar donde residan sus hijas y sus suegros, pero la sentencia redujo la distancia de alejamiento a 500 metros. En este sentido, la familia solicitará el próximo 30 de junio que se aplique la máxima distancia de alejamiento. La familia asegura que Jonathan de la Fuente “nunca podrá pagar el daño que ha causado” y recuerdan las secuelas psicológicas que a día de hoy sigue teniendo la hija mayor, por las que sigue en tratamiento.
Cabe señalar que en el mismo procedimiento se acusa al otro interno de un delito de extorsión ya que, desde el 8 de octubre al 29 de noviembre de 2016, realizó a Jonathan de la Fuente varias proposiciones con el objetivo de conseguir tarjetas de teléfono y la tarjeta de peculio (que es el dinero que se va asignando a cada preso mientras dura el encarcelamiento), propósito que consiguió.
En esos contactos, este reo le propuso “la realización de un informe psiquiátrico a través de un abogado que le ayudaría en la defensa de su caso a cambio de la entrega de 4.000 euros que el padre del interno debía introducir por medio de billetes en el centro penitenciario”, plan que nunca llegó a materializarse según el fiscal. En diciembre de 2016, el recluso entregó al jefe de servicios y subdirector de seguridad de la cárcel tres notas manuscritas del asesino de Mónica Berlanas y en una de ellas proponía al otro interno acabar con la vida de su suegro y de un amigo de la joven.