Arévalo se convertirá, el 27 de septiembre, en la sede de la salida de la última etapa de Vuelta Hispania sub-23, la competición ciclista que echaba a andar el año pasado y que ya visitó, entonces, la ciudad morañega (cuando fue meta de la primera etapa, que partió desde El Espinar). El exciclista Fermín Trueba, organizador del evento y director de la prueba, asegura que esta «tendrá un total de cinco etapas, si bien estamos todavía trabajando para conseguir la sexta, que es el límite que nos deja la Federación Española de Ciclismo en esta categoría». Y añade que «van a participar 18 equipos, como mínimo, pero depende de factores económicos».
A la espera de que se conozca el trazado definitivo, con todos los detalles concretos de las etapas y los territorios por los que pasará el pelotón (podrían ser 7 u 8 provincias diferentes), Trueba sí adelanta que «habrá llegada al sprint, final en alta y media montaña, crono individual y perseguimos la crono por equipos; estamos en ello para dar ese atractivo extra». Asimismo, incide en la pretensión que tienen de «cubrir el espacio» que queda, en España, con relación a la categoría sub-23, a fin de de complementar el almanaque ciclista con las citas ya consolidadas de Francia (Tour del Porvernir) e Italia (Giro).
La Vuelta Hispania sub-23, que no está incluida en el calendario de la Unión Ciclista Internacional (UCI), se presentará, oficialmente, el 13 de abril, en Madrid. Desde la organización se ha querido destacar el apoyo incondicional del Ayuntamiento de Arévalo al deporte base.