Estos días un grupo de 55 personas, 36 niños y 19 adultos, están realizando un trabajo voluntario en Pajares de Adaja que consiste en mejorar el aspecto del interior de la iglesia del municipio, después de que sus paredes y techo hayan sido pintadas en las últimas semanas.
Se trata de un grupo de familias del colegio Los Olmos, del barrio de la Estrella, de Madrid, que cada verano destinan una semana de sus vacaciones a llevar a cabo este tipo de labores de voluntariado, como ha explicado Javier Jiménez, uno de los padres que organiza esta acción. Reconoce que con esta actividad pretenden inculcar a los niños que se pueden realizar trabajos de forma desinteresa, "hacer algo por los demás sin recibir nada a cambio".
Los niños llenan la iglesia en la misa diaria de la iglesia de Pajares de Adaja y los vecinos están encantados con su compañía. Niños y mayores se quedan en las casas rurales del Mirador del Adaja y se reparten los trabajos, mientras unos mejoran la iglesia, otros se quedan cocinando y otros cuidando a los más pequeños, que aún no pueden llevar a cabo estas labores de voluntariado. "Se trata de hacer un verano diferente", según explica Javier.
Se quedarán por aquí hasta el jueves de esta semana y hasta entonces seguirán lijando y barnizando los bancos de la iglesia, que han sacado al exterior del templo. También trabajan en la parte baja del coro y están limpiando las puertas de la iglesia, para lijarlas y pintarlas. Mejoran la zona baja del retablo y en la sacristía limpiarán un poco y consolidarán la zona. En esta parte del templo necesitarían invertir más tiempo y más medios, pues tiene muchas humedades, pero harán todo lo que puedan durante esta semana por su conservación.