La localidad morañega de Gotarrendura ha celebrado, ayer domingo 20 de enero, la festividad de San Antón manteniendo las tradiciones. A pesar del frío los vecinos del municipio se acercaron a la Iglesia de Gotarrendura con sus mascotas para que fueran bendecidas. Si bien los perros ganaban en número, alguna vecina de la localidad llevó sus gallinas a ser bendecidas. Tanto niños como mayores disfrutaron de llevar a sus animales a esta celebración.
A continuación los asistentes pudieron disfrutar a la puerta de la iglesia de San Miguel Arcángel del típico bollo preñado. Para continuar la mañana en compañía se organizó una parrillada que puso el broche de oro a esta celebración.