Los hogares de millones de familias se han convertido, desde el pasado 16 de marzo, en aulas improvisadas. Desde ese día, las clases de los centros educativos de Castilla y León permanecen vacías, desde las escuelas infantiles, pasando por colegios, institutos y Universidad. De esta forma, 500.000 estudiantes de Castilla y León continúan sus días lectivos, pero desde casa, toda una prueba de fuego para los profesores y también para las familias. En Arévalo, como en tantas otras localidades y ciudades de nuestro país, están teniendo clases online de todas las asignaturas, hay claustros de profesores reuniéndose por videoconferencia, mientras que alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato realizan en casa las tareas que los docentes han señalado desde las plataformas digitales.
En el colegio Salesianos de Arévalo, por ejemplo, se trabaja de forma no presencial a través de la plataforma Educamos. Sergio Oter, coordinador de pastoral de los Salesianos de Arévalo, ha explicado que los 230 alumnos de este centro educativo, 40 de los cursos de 5 y 6 de Primaria, y unos 190 de Educación Secundaria continúan con su horario lectivo de lunes a viernes. “Cada día, los alumnos reciben las tareas que tienen que hacer cada día, aunque estamos dando márgenes de tiempo más amplios para poder entregar trabajos y ejercicios”, detalló Sergio Oter. De esta forma, y dependiendo de las asignaturas, los profesores realizan videoconferencias con los alumnos, otros preparan esquemas y resúmenes en asignaturas como Historia mientras que para asignaturas como matemáticas se utiliza Edpuzzle.
Cada centro educativo, y cada familia, se está organizando de la mejor manera posible. En el colegio Amor de Dios de Arévalo cuentan con 370 alumnos, quienes también trabajan con la plataforma Educamos según nos ha explicado Ana Isabel Gómez, directora pedagógica del colegio Amor de Dios de Arévalo. “Hay que adaptarse, ayudar a nuestros hijos con el trabajo diario y poco a poco saldremos adelante porque todos juntos lo conseguiremos”, finalizó.