El balance negativo del primer fin de semana de las ferias y fiestas de San Victorino en Arévalo deja dos heridos leves por caídas en el encierro de la mañana del domingo y un herido leve en el XX Concurso de Cortes Ciudad de Arévalo de ayer.
También en las jornadas nocturnas se desarrollaron distintos altercados, de entre los que destacan varias peleas y actos de gamberrismo, como el espejo señalético que apareció roto en la Plaza del Tello. Aunque el verdadero problema que ha colapsado al equipo de Policía Municipal de Arévalo ha sido el exceso de ruido de las peñas. Según el jefe de Policía Local, Gabriel Gil, son “cada vez más las peñas que existen en Arévalo y nos sentimos desbordados porque los golpes y la música a un volumen excesivo incomodan el bienestar de los vecinos”.
Ante este aspecto, hay que destacar que no existe un Plan de actuación y regulación del ruido y de las conductas lesivas de las peñas en estos días festivos. Este plan es de competencia del consistorio arevalense, aunque fuentes municipales nos adelantan que “ya están trabajando en este sentido y que probablemente el año que viene ya se disponga de esta reglamentación”.
Y es que frente al disfrute de unos se encuentra el descanso de otros. Un tema muy polémico que enfrenta cada año a los peñistas y a los vecinos. Según la Policía Municipal, “son pocos los vecinos que se libran del ruido que ocasionan las peñas” durante estos días, algo que no ocurre en otras zonas urbanas de uso exclusivo residencial, donde no hay locales.
No obstante, desde la Policía Municipal de Arévalo, no destacan grandes incidencias en este primer fin de semana y consideran que “se han venido produciendo algunos problemas, aunque es lo que viene siendo habitual en años anteriores”.