El secretario de Agricultura y Ganadería del PSCyL, Jesús Caro, ha indicado que el veto ruso es un varapalo más para los trabajadores del campo y ha hecho que aumentara la competitividad. Ha alertado de “las consecuencias que tendrá la ampliación de este veto por un año y medio más, hasta finales de 2017”.
Recuerda que acaban de cumplirse dos años desde que el Gobierno ruso decidiera vetar las importaciones de una serie de productos agroalimentarios procedentes de la Unión Europea, entre los que se incluye frutas y verduras, carnes, pescados y lácteos y su ampliación hará que estos efectos crezcan.
“Los efectos negativos sobre la oferta exportadora son muy superiores a los inicialmente previstos y las medidas adoptadas son incapaces de dar respuesta a la pérdida de mercados y a la consecuente caída de precios”, explica Caro.
“El veto no ha afectado directamente a nuestros productos de forma directa”, explica el responsable, “pero sí de forma paralela, ya que el hecho de que otros países europeos y EEUU hayan dejado de vender a Rusia ha incrementado la competencia en los mercados y eso ha incidido en las exportaciones de la comunidad”.