La Guardia Civil está investigando una oleada de robos en trasteros y garajes de la capital de La Moraña, registrada en la madrugada del miércoles 3 al jueves 4 de enero. Estas sustracciones, que podrían superar la quincena, afectaron a garajes y trasteros de distintos puntos de Arévalo.
Así, desde la Guardia Civil, conscientes de la alarma social que pudiera crearse entre la población por estos sucesos, se hace un llamamiento a la tranquilidad y a la confianza en la labor de investigación de los agentes. Precisamente en la mañana de este viernes 5 de enero, agentes de la Guardia Civil se desplazaron al lugar de los hechos para comenzar las pesquisas, momento en el que además muchos de los residentes se enteraron del suceso ocurrido.
Según ha podido conocer esta redacción, los robos se cometieron en varios trasteros y garajes ubicados en las calles de Manolo Perotas y de Lorenzo Partearroyo, además de viviendas ubicadas en las inmediaciones del colegio Amor de Dios. Algunos vecinos afectados han señalado a Radio Adaja que los regalos de Reyes que muchos guardaban en los trasteros han sido el objetivo principal de los ladrones. Faltan, también, aires acondicionados, herramientas e incluso comida que los vecinos guardaban en los trasteros.
“Se han llevado todos los juguetes que había almacenado allí para el día de Reyes. La verdad es que ha sido una faena”, explicó a esta redacción un vecino afectado. La misma sensación la sintieron más vecinos de la zona, que ya han puesto la correspondiente denuncia. “En mi caso se han llevado un ventilador, alimentos como leche, aceite o botellas de vino y un aire acondicionado portátil”, resumió otro vecino afectado. Al parecer, los autores accedieron a los trasteros forzando los bombines de las cerraduras.
Vecinos afectados por el robo de varios catalizadores
Respecto a los robos acaecidos en los garajes, los ladrones se llevaron varios catalizadores. El objetivo es reutilizar estos componentes de motores de combustión interna que sirve para el control y reducción de los gases nocivos expulsados en otros vehículos, o extraer de ellos piezas de metales preciosos que contienen, como paladio, rodio y platino, para venderlos.
Según ha podido conocer esta redacción, para poder retirar estos dispositivos se necesitan herramientas muy específicas, aunque en ocasiones se limitan a cortar el tubo de escape o arrancarlos de un tirón atando una cadena a otro vehículo. A pesar de que el motor del vehículo no pierde rendimiento por no llevar catalizador, instalar un nuevo catalizador suele costar entre 300 y 500 euros.