Los ornitólogos arevalenses Javier García Sáez y David García López han publicado los datos de un estudio, realizado entre los años 2016 y 2017, sobre la nidificación del avión común en Arévalo.
Se trata de una especie de ave paseriforme migratoria de la familia de las golondrinas aunque con algunas diferencias, como el tamaño y los hábitos de nidificación. Si bien el avión común cría principalmente en las cornisas y aleros de los tejados, la golondrina busca, por ejemplo, casas abandonadas por lo que se hace más complicada su visibilidad.
El estudio desarrollado por los dos ornitólogos arevalenses revela que la población de avión común se ha visto reducida un 10%, con respecto al año pasado. El censo de 2016 en Arévalo arrojó la cifra de 1.069 parejas nidificantes, un buen dato si se compara con poblaciones más grandes como Valladolid, con 2.681 parejas reproductoras. En cambio, en 2017 se han contabilizado 958 parejas nidificantes. Javier García, uno de los ornitólogos arevalenses que ha realizado este estudio, avanzó a esta redacción que este descenso se achaca a la "destrucción directa e ilegal" de los nidos por el hombre.
En este sentido, García subrayó que para retirar los nidos de avión común sería necesario solicitar una autorización administrativa. En todo caso, recordó que esta retirada se debe realizar fuera de la época de cría. No obstante, puntualizó que la existencia de estos nidos es beneficiosa para el ser humano. “El avión común puede llegar a consumir cada día 800 insectos, lo que beneficia al hombre”, subrayó. De cualquier forma, la ley protege a estas aves por lo que es muy importante denunciar cualquier acto de destrucción de nidos y colonias de avión común.