Benjamín Redondo Marugán, gestor cultural de la localidad segoviana de Nava de la Asunción, acaba de publicar el libro ‘Ruta del chocolate de Castilla y León: de ayer a hoy’ en el que sigue un recorrido de investigación por la fabricación del chocolate en Castilla y León a lo largo de la Historia. Se trata de un itinerario gastronómico, histórico y cultural en el que destacan tres importantes paradas en nuestra provincia: Ávila, Mingorría y El Barco de Ávila.
La fábrica ‘Chocolates Marugán’ fue fundada en Mingorría en el año 1832 por el segoviano Antonio Marugán, y continuó abierta hasta 1970, cuando se vio obligada a cerrar por los elevados costes de las materias primas. En ella se elaboraban de manera artesanal tabletas de chocolate puro, con leche y con frutos secos. La bisnieta del fundador, María Dolores Marugán, nos contaba que se sigue conservando el edificio antiguo, -en el cual se alojaba la fábrica y la casa familiar-, así como la maquinaria y el vehículo con el que transportaban los pedidos a los distintos puntos de venta.
Para elaborar el chocolate en Mingorría a la manera tradicional, tostaban los granos de cacao, que luego eran molidos con calor para que liberasen la materia grasa. La pasta que se obtenía de la molienda se mezclaba con harina, azúcar, vainilla y alguna esencia, si se deseaba. El producto era refinado hasta poder verterlo en moldes para que se enfriase. Las tabletas se envolvían manualmente en papel de parafina y se empacaban en cajas de madera para ser distribuidas. El proceso era muy laborioso y se encargaban de elaborar incluso las cajas de madera, que en los últimos años de la fábrica se cambiaron por cajas de cartón.