Las precipitaciones registradas en las últimas semanas han revertido la situación en el campo abulense, ya que del miedo a que la sequía hiciese inviables los cultivos se ha pasado a la tranquilidad de que las lluvias de febrero y marzo harán que sea una buena campaña.
Ventura González, secretario de UPA joven de Ávila, explicó a esta redacción que este temporal del final del invierno han dejado de media casi 150 litros por metro cuadrado en la comarca morañega. “El sector se ha visto muy aliviado por las lluvias de febrero y marzo, ahora esperamos que la primavera también se comporte bien en lo referente a las condiciones meteorológicas”, subrayó.
Según los últimos datos, el embalse de Las Cogotas ha alcanzado el 92,7% de su capacidad mientras que hace un mes estaba al 22% por lo que prácticamente se ha triplicado la cantidad de agua embalsada.
Respecto al efecto que el agua ha tenido en el campo a los cultivos de invierno, que ya estaban sembrados, les ha venido muy bien, según señala Ventura González. A los cereales les ha afectado beneficiosamente, únicamente hay una contra y es que, con tanta humedad en la tierra, se prevé que cuando suban las temperaturas va a haber que usar más funguicidas y herbicidas de lo normal, ya que se reproducirán más hongos.