La sequía, las altas temperaturas, las heladas y el pedrisco han constituido la principal preocupación en el sector agrario de la provincia de Ávila en los últimos meses. Por todo ello, la única manera que tiene el agricultor de asegurar su trabajo es contratando el seguro agrario, puesto que cubre, además de las plagas, otras situaciones que son muy probables como la sequía, los incendios, el pedrisco y otras condiciones climatológicas adversas.
En este sentido, la Alianza UPA-COAG insiste en la necesidad de suscribir el seguro agrario. Arturo Muñoz, responsable de seguros agrarios de UPA de Castilla y León, explicó a esta redacción que se trata de la inversión más importante que puede hacer un agricultor profesional. Esta organización agraria cuenta en sus oficinas de Ávila con técnicos profesionales que asesoran en la contratación de los seguros que se adaptan a cada explotación, dependiendo del cultivo de la producción o otras circunstancias.
En concreto, Ávila es una de las provincias con una menor tasa de contratación de estos seguros agrarios. A su juicio, no hay una mayor contratación de estos seguros porque el agricultor no está de acuerdo o no le interesa el volumen de compensaciones que iba a recibir en el caso de un siniestro de acuerdo a la asignación de rendimientos. En este sentido, consideran que sería precisa una revisión de esta política de rendimientos.