Esta mañana ha comparecido Antonio María Sáez Aguado, consejero de sanidad de la Junta de Castilla y León, para explicar la pérdida de 15.000 pruebas diagnósticas, ocurrida hace diez meses en el Hospital de Ávila.
La portavoz de Sanidad del Grupo Socialista, Mercedes Martín, ha mostrado su sospecha de que el consejero de sanidad ha querido retrasar la comparecencia diez meses “a la espera de que se enfriara el escándalo”, y señala que Sáez Aguado intentó “ocultar lo sucedido”. Martín denuncia que diez meses después aún hay más de 3.000 pruebas sin recuperar y que la Consejería ha actuado “con opacidad y falta de transparencia”. La portavoz socialista recrimina al consejero “haberse limitado a cesar al jefe de informática del hospital cuando debería haber cesado a la gerente”.
Por su parte, Belén Rosado, procuradora de Ciudadanos, insiste en la necesidad de que “haya más transparencia e información sobre cómo se ha procedido para solucionar la pérdida de las pruebas” y reclama que "por lo menos se pida perdón de forma pública a los miles de afectados”. Rosado ha subrayado que “los pacientes cuyas pruebas se han perdido tendrán que volver a ser radiados, algo nocivo para la salud ya que las imágenes son completamente necesarias y muy importantes para hacer un seguimiento de la evolución en sus expedientes clínicos”.